viernes, 11 de octubre de 2013

TOAD

Sapo (Mortimer Toynbee) es un enemigo de los X-Men. Sapo es un supervillano con habilidades extraordinarias, en lo que respecta a trepar por las paredes, saltar a una altura descomunal, escupir saliva ácida, estirar su lengua hasta un metro de largo y una lista muy larga de toda clase de poderes desagradables y asquerosos. Aunque las primeras versiones de Sapo eran mucho más similares a un triste asistente rastrero de Magneto, (muy similar a Quasimodo de la novela de Victor Hugo: Nuestra Señora de París) con el tiempo se convirtió en un psicópata frío y calculador. Mortimer Toynbee nació en York, Inglaterra y fue abandonado por sus padres cuando era muy pequeño. Pasó muchos años en un orfanato, donde fue constantemente atormentado por los otros niños debido a su fealdad y la extraña forma del cuerpo (su apariencia mutante estuvo presente desde su nacimiento). Se le consideraba ser mentalmente inferior debido a su timidez extrema y dificultades de aprendizaje leves durante sus años de escuela primaria, a pesar de que en realidad era bastante inteligente. Dejó los estudios a una edad muy temprana y decidió valerse por sí mismo. Sobre la base de años de abuso y sabiendo muy bien que era un fenómeno, Mortimer desarrolló un complejo de inferioridad severa, llegando a ser servil a cualquiera que le mostró el más mínimo afecto. Más tarde, Mortimer, ahora llamándose Sapo, fue reclutado por Magneto en su original Hermandad de mutantes diabólicos, convirtiéndose en adulador de Magneto. Sapo creyó que Magneto lo amaba, mientras que el villano consideró a este secuaz poco más que un escudo humano. Él también se enamoró de su compañero de equipo, Wanda Maximoff, la Bruja Escarlata, pero ella no respondió a sus sentimientos y lo rechazó por su apariencia y falta de higiene. Como miembro de la Hermandad de mutantes diabólicos, Sapo colaboró con Magneto, en reiterados enfrentamientos con los X-Men. Magneto trató de utilizarlo para infiltrarse en los X-Men, pero fue desenmascarado. En un momento dado, Magneto y el Sapo fueron capturados por el alienígena Stranger, como parte de su colección de rarezas cósmicas, encerradolos en capullos y llevadolos en un viaje por el espacio. Magneto logró escapar en una nave espacial, pero con frialdad, abandonó a Sapo. Cuando Magneto fue re-capturado por Stranger, con quien el Profesor Charles Xavier se había comunicado telepáticamente, rescató a Sapo en su segunda huída, pero para entonces la actitud del Sapo hacia su amo ya había empezado a cambiar. Sapo ayudó a Magneto en contra de los X-Men, una vez más, pero se dio cuenta de a Magneto no le importaba en absoluto y se rebeló contra él, huyendo de su guarida con Quicksilver y la Bruja Escarlata. Algún tiempo después, el Sapo comenzó a estudiar la tecnología del Stranger, para familiarizarse con ella. Él utilizó la tecnología alienígena de Stranger para atacar a los Vengadores. Más tarde, intentó matar a Arcángel en un castillo equipado con trampas de Arcade. Sin embargo, en lugar de eso, transformó el castillo en un parque de diversiones y se convirtió en su cuidador. Sapo fue expulsado al final del castillo por el Doctor Doom, e intentó suicidarse al darse cuenta de que era demasiado dependiente de otros para trabajar en solitario. El conoció y se hizo amigo de Spider-Man, y se asoció con Spider-Kid y Frog-Man como un equipo de superhéroes aventureros, los Misfits. Finalmente, el Sapo dejó a los Misfits y regresó a la villanía. Trató varias veces secuestrar a la Bruja Escarlata, pero su intento fue frustrado por Quicksilver, Visión y la misma Bruja Escarlata. Más tarde, se alió con el External Gideon, y trató de reactivar a Proteus en una nueva Hermandad. El Sapo formó su propia versión de la Hermandad de mutantes diabólicos, junto con Blob, Pyro y Phantazia. Él transformó nuevamente a Karl Lykos en Sauron y formó un pacto con Masque y los Morlocks. Su alianza combatió y fue derrotada por Fuerza-X. Al final, el Sapo no tuvo el liderazgo suficiente para mantener reunida a la Hermandad y terminó por desintegrarse. Más tarde, todavía luchando con la depresión, el Sapo fue capturado por Prosh junto con Juggernaut, Hombre de Hielo, Jean Grey y Mystique, como parte de un plan para detener una amenaza global. Sapo se enteró de que su cuerpo deforme era el resultado de experimentos realizados por el padre de Juggernaut, Kurt Marko, en Alamogordo, Nuevo México, que dejó al Sapo con una estructura genética inestable. Mas tarde, le fueron corregidos sus defectos genéticos, dando lugar a una metamorfosis casi completa: Sapo tenía un aspecto más alto y más delgado y tenía sus poderes aumentados. Entre los cambios más notables era una lengua prensil. A pesar de que su cambio mejoró su autoestima, el Sapo continuó viviendo la vida sin dirección. Poco después, Sapo se alió con Mystique y Sabretooth en el asalto a la Isla Muir que terminó con el asesinato de la Dra. Moira MacTaggert. Por razones desconocidas, el Sapo finalmente regresa al lado de Magneto durante su ataque letál a la ciudad de Nueva York. Sin embargo, el Sapo ya no era tan dócil y servil como lo había sido en el pasado, incluso cuestionó abiertamente a Magneto. Magneto, a su vez, ya no es un tirano en su trato hacia el Sapo, que se había convertido en su segundo al mando. Sapo trata de defender a su antiguo maestro, sólo para ser incapacitado por Fantomex, que dispara a sus rodillas. Poco después, Magneto es asesinado por Wolverine y el Sapo desaparece de la escena. Sin que el Sapo lograra descubrirlo, en realidad este Magneto resultó ser Xorn, un profesor del Instituto Xavier que había tomado la identidad de Magneto. El carácter de Sapo ha cambiado con el paso del tiempo. En un principio, era muy ingenuo y carecía de una personalidad fija, era además muy sensible a lo que los demás opinaran, y además se escondía detrás de los demás con tal de no ser lastimado. El nuevo Sapo es menos inseguro de sí mismo, aunque eso no le sube su autoestima. Le encanta molestar a los demás y eso le hace sentirse poderoso frente a ellos, creyendo que ser malvado le da la suficiente seguridad para sentirse bien. Sapo es maniacodepresivo y tiene una conducta sádica en cuanto a relacionarse con los demás, llegando al nivel del no confiar en nadie, ni siquiera en sí mismo. Sapo tiene una fuerza descomunal en sus piernas, lo que le proporciona la habilidad de saltar a una altura increíble, sobrepasando los seis metros de altura. Una sustancia pegajosa está adherida a los dedos del mutante, algo muy útil cuando se trata de trepar paredes. Sapo es ágil, y tiene los reflejos suficientes para evitar disparos, atacar o atrapar una mosca en vuelo. La lengua de Sapo en más larga que la de un humano normal, y tan fuerte como cualquier músculo del cuerpo, haciendo de ella una extremidad poderosa en sí. Con esta golpea, agarra y come. La lengua mide aproximadamente unos tres o cuatro metros de largo. Dados los años que Sapo paso con Magneto y Stranger, éste ha adquerido astucia e inteligencia, siendo un genio para las computadoras y demás máquinas, de manera que logro desarrollar para su defensa un Exoesqueleto metálico. En ocasiones utiliza la ciencia para salirse con la suya, aunque prefiere usar sus piernas para huir de los problemas. Sapo no es tonto, solo cobarde. Sapo expulsa de su boca un líquido viscoso que le permite inmovilizar objetos o incluso dejar inconsciente a un humano o mutante. Sapo no es muy bueno en combate cuerpo a cuerpo, ya que solo proporciona fuerza en sus pies y en su lengua, además, prefiere ocultarse detrás de aliados más fuertes que él. Sapo es un ser repulsivo y con una figura realmente desagradable, y hay que destacar que la higiene del mutante es muy pobre, así que Sapo, literalmente, apesta. La primera aparición de Toad es en Uncanny X-Men vol. 1 # 4 (Marzo de 1964) y es creado por Stan Lee y Jack Kirby.

1 comentario:

Caballero Guardian dijo...

Me da curiosidad si en la actualidad continua siendo profesor de la escuela de Xavier y que apariencia tiene en la actualidad , pues parece que al menos su prsonalidad ha cambiado relativamente hacia el bien o al menos neutra ahora que es profesor en utopia