Henry Philip McCoy nació en Dundee, Illinois, Estados Unidos. Es hijo de Norton y Edna McCoy, quienes finalmente lo rechazaron a causa de su mutación. Su padre trabajaba en una planta local de energía nuclear y fue expuesto a contaminación radiactiva en un accidente en el trabajo; causando la mutación de su hijo. Hank nació dotado de una gran inteligencia y tenía manos y pies anormalmente grandes para un ser humano; de hecho, sus extremidades son comparables a los de un gorila, ya que tanto sus manos como pies son prénsiles (su apodo en la escuela fue "Maguila Gorila"). La mutación de Henry se manifestó totalmente en su adolescencia, y a pesar de que sus poderes le permitían obtener la mejor calificación sin esfuerzo en atletismo, en el resto del tiempo en el colegio pronto atrajo la animosidad y desconfianza de sus compañeros estudiantes y otros humanos-no mutantes, así que se vio forzado a buscar refugio de su abuso verbal y físico. En ese momento fue contactado por el Prof. Charles Xavier, quién sabía de sus poderes mutantes y lo invitó a estudiar en la "Escuela de Xavier para Jóvenes Talentos". Un excelente estudiante con una sed insaciable de conocimiento como Henry reconoció las oportunidades que le brindaría estudiar en un institución como esa, así es que aceptó la oferta. Encontró en la escuela tanto una fuente de conocimiento científico como un santuario. Allí fue presentado a los X-Men, quienes lo aceptaron en sus filas y le dieron el nombre clave "Bestia". Además de ejercitarse en el "Sala de Peligro", estudió materias que iban desde ecuaciones diferenciales hasta Proust, bajo el tutelaje de Xavier. Algunos años después, en Amazing Adventures (volumen 2) #11, McCoy deja los X-men, tras completar el doctorado en Biofísica en el Instituto de Xavier, y se convirtió en un investigador científico en la Corporación Brand, una empresa de investigación genética. Él aisló un catalizador químico, con la esperanza de reducir el caprichoso aspecto de su apariencia, pero en lugar de esto, la mutación se hizo mayor. Le crecieron pelos de color gris, que luego se volvieron color azul, en todo su cuerpo y adquirió orejas puntiagudas, largos dientes caninos, sentidos reforzados y un factor de curación acelerado. A pesar de esto, McCoy aceptó su destino, y es uno de los superhéroes más optimistas y alegres, a pesar de que a veces actúa como el "payaso de la clase". Más allá y contrariamente a las sugerencias de su apariencia primitiva y salvaje, él es un intelectual, cuyo discurso y peculiaridad son bastante elocuentes y formales por naturaleza, y junto a Reed Richards, Iron Man y Henry Pym, se ha convertido en una de las mentes científicas más respetadas en el mundo. No pasó mucho tiempo, cuando fue reclutado para unirse a los vengadores, donde continuó durante muchos años, convirtiéndose en íntimo amigo del Hombre Maravilla. Dejó el equipo en algunas oportunidades, para reunirse con sus amigos los X-men, y acompañarles en momentos de necesidad, como en la saga de Dark Phoenix. Siempre volvía a los vengadores, aunque en algunas oportunidades los dejaba, para que el equipo, que ahora tenía un límite de seis miembros, pudiera ser llenado con nuevos reclutas. Luego, se unió a los Defensores y fue uno de los últimos miembros sobrevivientes cuando se disolvió el grupo. Él y sus otros compañeros sobrevivientes de los defensores, Ángel y Hombre de hielo, fueron rápidamente contactados por Cíclope y Jean Grey del Factor X. Comenzando su carrera en el Factor X, Hank fue secuestrado por el padre del científico Artie Maddick y así fue usado como conejillo de indias para el tratamiento en el que estaba trabajando para curar la mutación de su hijo. Una vez que inyectó a Bestia con la droga, él recuperó su apariencia humana original. En X-Factor (serie 1) #19, es alcanzado por la peste del hombre-caballo, pero no lo mató, en lugar de esto, la combinación de su contacto con la droga y la peste, hizo que su cuerpo luchara contra ella, dañando su brillante mente. Cada vez que él usaba la fuerza, su intelecto se marchitaba. Esto hizo que se redujera a un estado infantil, hasta que le robó un beso, que iba destinado al hombre de hielo, a Infectia, y cayó en un coma. Mientras, en la enfermería de la nave del Factor X, su cuerpo cambió en un estado entre su apariencia humana y su pelo azul, a causa de su lucha contra los efectos del beso. Finalmente despertó una vez más en su forma peluda. El sirvió a este equipo durante varios años, mientras era un profesor universitario y luego regresó con los X-Men. Con el tiempo, la apariencia de Bestia se volvió más felina que simiesca debido a una mutación secundaria, impulsada por Sage. Esta lo hizo muy consciente de que, como temía, podía estar cambiando. Adicionalmente, la alteración hizo que su novia de tanto tiempo, Trish Tilby, rompiera con él después de ser acusado de bestialidad en un artículo. Cuando noticias de una "cura" que revertiría las mutaciones salió a la luz pública, él pensó seriamente en tomarla, pero decidió hacer lo contrario después de una vigorosa "sacudida" de su compañero Wolverine, pues si lo hacía le estaría dando el mensaje equivocado a otros mutantes. Cuando el Hellfire Club atacó a los X-Men, Cassandra Nova arrancó de Bestia su conciencia humana, dejándolo solo con sus instintos animales, lo que resultó en Bestia persiguiendo a Wolverine, también afectado y ahora acobardado, alrededor de la Mansión. Es posible que la mutación de Bestia sea un atavismo genético. En todo caso, él también posee rasgos neoténicos (neotenia), lo que explica su gran cerebro a pesar de su psique animal. Originalmente, Hank McCoy mantenía los rasgos básicos de un humano normal pero en conjunto con la fisiología de un simio, largos miembros y extremidades de gran tamaño. Esta mutación le dio fuerza sobrehumana, rapidez, agilidad y coordinación. Él podía realizar muchas tareas con sus pies tan fácil como con sus manos, haciendo más símiles con su apariencia de mono. Debido a sus dotes y su entrenamiento en el Salón del Peligro, Bestia tenía la habilidad de desempeñar cualquier nivel en atletismo olímpico, contorsionando su cuerpo y realizando trucos aéreos con sobresaliente gracia. Bestia usaba sus habilidades para escalar puentes y paredes, uniendo sus dedos de las manos y pies en pequeñas grietas, como lo hace un escalador de montañas. Su fisiología era tan fuerte que le permitía sobrevivir a una caída de tres metros aterrizando con sus pies, sin partirse ningún hueso ni sufrir esguinces. Las piernas de Bestia eran lo suficientemente poderosas como para permitirle saltos de aproximadamente 15 pies de altura saltando desde el suelo, y alrededor de 25 pies saltando hacia los lados. Él también podía correr en sus cuatro patas a aproximadamente 40 millas por hora en carreras cortas. Los experimentos que hizo sobre sí mismo hizo que su pelaje mutado, primero fuese gris al comenzar a crecer y luego azul. El pelaje abovedaba su cuerpo completamente. Obtuvo afiladas uñas, dientes como colmillos y su apariencia en conjunto se volvió más bestial. Después de ser herido críticamente (X-Treme X-men, problemas #2-4), el cuerpo de Hank sufría una mutación secundaria. El resultado fue una apariencia más felina. Su fuerza, velocidad, y sentidos aumentaron con ese cambio. El ganó reflejos como los de un gato y agilidad, y aumentó su sentido de la vista y del olfato. Bestia desarrolló un acelerado poder de curación que le permite recuperarse de moderados daños en pocas horas. Hank es doblemente dotado, no sólo teniendo las fantásticas habilidades producto de su mutación, sino también al poseer un brillante intelecto. Es un mundialmente renombrado bioquímico y es también conocido como el hombre que curó el virus Legado. Su inteligencia extraordinaria y su destreza en la genética son rivales para las del Profesor X. Como hombre renacentista, McCoy es bien versado en lingüística, literatura, filosofía, historia, arte y música, con una especial afinidad por la ciencia y la tecnología y una propensión por citar los clásicos literarios. Beast aparece por primera vez en Uncanny X-Men vol. 1 #1 (Septiembre 1963) y es creado por Stan Lee y Jack Kirby.
No hay comentarios:
Publicar un comentario