Aleksei Sytsevich era un pobre inmigrante ruso que se trasladó a Estados Unidos, para conseguir trabajo y enviarle dinero a su familia. Con una inteligencia no demasiado alta y ningún tipo de estudios, los trabajos que le ofrecían era para utilizar su impresionante fuerza y envergadura. Un día contactaron con él unos agentes que le ofrecieron mucho dinero por participar en un increíble experimento. Sytsevich aceptó y su cuerpo fue sometido a un tratamiento intensivo de radiación, el cual dotó a su organismo de unos polímeros super-resistentes, con lo que consiguió aumentar, espectaculamente, su fuerza y velocidad. Desde ese momento utilizó su nombre en código: Rhino. Su primer trabajo fue capturar al Coronel John Jameson para fines militares. Spiderman evitó dicha acción, aprovechando la enorme torpeza de Rhino al intentar darle "cornadas" y desde entonces su odio hacia Spiderman fue en aumento. En los sucesivos trabajos Spiderman solía estropeárle los planes y los deseos de Rhino eran de "aplastarlo", aunque era lo bastante profesional para no dejar que los sentimientos puedan distraerlo de un trabajo que se paga. Ha formado parte de varias agrupaciones de villanos como los Seis Siniestros o el Sindicato Siniestro. Se unió dos veces en el grupo de Kingpin los Seis Siniestros, en la primera el objettivo era eliminar a Spiderman y en la segunda debia encontrar el arma secreta de los nazis en la Segunda Guerra Mundial que Red Skull trajo a EE. UU. Con el paso del tiempo Rhino ha acentuado una fuerte rivalidad con Hulk. Rhino posee un traje de polímero espeso similar a una piel de rinoceronte, que cubre todo su cuerpo excepto la cara. Es muy impermeable a los daños y las temperaturas extremas y también está equipado con una bocina. Mutagénicas químicas y tratamientos con radiación, incluyendo el bombardeo de rayos gamma, le otorgaron fuerza sobrehumana, mayores niveles de velocidad y resistencia y un alto grado de durabilidad. La primera aparición de Rhino es en The Amazing Spider-Man #41 (Octubre 1966) y es creado por Stan Lee y John Romita Sr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario